Manipulación interesada de la palabra MERCADO

     
Tendemos a pensar en un mercado como una cosa, cuando en realidad se trata de personas que realizan transacciones económicas entre ellas. Cuando un mercado es concebido como una cosa, se le considera un mecanismo impersonal, cuando en realidad es tan personal como las personas que lo conforman.

     Esta idea falsa permite a terceros tratar de quitar libertad a los individuos, diciéndonos en qué términos debemos realizar las transacciones para que nos sean beneficiosas, como si estuviesen rescatando a las personas de los "dictados" del mercado impersonal. En realidad, esta restricción en la manera de realizar intercambios comerciales implica someter nuestras decisiones a dictados de terceros.


    
 El mercado es tan moral o inmoral como la gente que lo conforma. El mercado son personas que toman sus propias decisiones individuales y hacen sus propios acuerdos. Hay quien cree que las decisiones tomadas a través del mercado no son tan morales como las realizadas a través del proceso político. Cuando son vistos en términos de cómo afecta a la codicia y a la justicia, surgen problemas sociales y morales.

     La realidad del mercado está en nuestro día a día, en las compras, en nuestros encargos, en formalizar un depósito financiero o en la actualización de nuestra libreta de ahorros, en transferir un dinero a un familiar como en negociar el precio de un alquiler.

     Siendo tan sencillo de entender, plasmar el mensaje con esas frases, no da rédito político, por eso los gobernantes y aspirantes ofrecen sentencias dirigidas a mostrar lo contrario, con frases que nos dicen que lo que hay es pernicioso para la economía y que si les votamos, ellos lo harán mejor para nuestra prosperidad.

     Sabiendo cual es la pura realidad del mercado, palabras contrarias a su naturaleza no harán más que sorprendernos y poder decirles para nuestros adentros: m-e-n-t-i-r-o-s-o-s.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Recuerdo del accidente ferroviario en Ontinyent

EL PODER CONTRA EL DEBER

Chapas y Bicicletas