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Mostrando entradas de julio, 2013

Funcionario humilla a niño

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Este vídeo que vais a visionar, el último del post, muestra otra oscura actuación del funcionario despiadado. Celoso de un trabajo que nadie le manda, pertinaz en su ficticio cometido, arrogante ante el débil que arrumba y maltrata. Hace unos dias mostraba a la acechada víctima resistirse a las embestidas del malvado, convencida de que la batalla debía ganarla con las mismas armas que el funcionario gasta para derrotarnos, el simple clik-clak de la minúscula grapadora, la heroina nos arma de valor para no cejar en el empeño contra el inhumano burócrata. Subyace en el subsuelo el sustrato que alimenta los desmanes, el manto protector de los excesos, la bisagra engrasada por políticos codiciosos y perdonavidas. Ambos vídeos representan estereotipos de personajes de nuestra vida diaria, lacerante el primero, cómico el segundo. Pero encierran sensaciones que alguna vez se han producido en nuestra relación con las obligaciones que impone la administración pública.

Recuerdo del accidente ferroviario en Ontinyent

La noche del 22 al 23 de Diciembre de 1922 hubo en Ontinyent un accidente ferroviario con el resultado de 14 muertos y más de un centenar de heridos. Se dirigía hacia Alcoy un convoy militar compuesto por 22 unidades. Cerca de Agres, debido a la pronunciada pendiente del trayecto, la máquina no producía suficiente potencia para el transporte por lo que fué necesario desenganchar 11 unidades y frenar las 11 restantes hasta que regresara para transportar las unidades en espera. Alguna circunstancia hizo que los 11 vagones de cola perdieran la frenada para ir retrocediendo y tomando más velocidad en dirección a la estación de Ontinyent. Algunos saltaron de los vagones en previsión de un inminente choque o descarrilamiento. Al llegar a Ontinyent, una máquina hacía maniobras cuando se produjo el choque. Cuando la noticia llegó a la ciudad, todo el vecindario se desplazó para ofrecer su ayuda y materiales útiles para el rescate y transporte de heridos y contribuir a las operaciones d

Los toros, la fiesta y los antitaurinos

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Esta mañana he estado en la plaza de toros de Valencia. Quería saber sobre los carteles de la Feria de Julio, sobre el ambientillo que se respira alrededor de las taquillas. Cosas que solemos hacer los taurinos los dias de vísperas y más cuando estamos separados del lugar del acontecimiento. Personalmente me interesan los toros, su bravura, sus hechuras, su encaste. Y si alguna figura del toreo se apunta, mejor para los sentidos. La verdad es que la llamada fiesta brava está atravesando un bache dóblemente malo: por una parte sufre la crisis económica que todo y a todos abarca, además de la intransigencia de apoderados, toreros y ganaderos de no bajar los precios, eso deduzco porque los precios de las localidades siguen subiendo. Pero, además, la presión antitaurina se hace sentir y si bien es verdad que no nos afecta a los aficcionados de siempre, desanima a los que podrían aproximarse a este impar espectáculo. Entiendo a las personas que no les gusta la corrida de toros, que e

Chapas y Bicicletas

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Las personas que hemos sobrepasdo umbrales de edad arriesgados, los mismos que hace más de 50 años practicábamos con bicicletas sin barra para salir airosos de una caida, no podemos recibir la noticia sin preocupación. Verán, vivíamos en pleno franquismo, para aquellas edades aún tempranas no hacíamos cuestión de los hechos que se producían, se aceptaban y punto. Tampoco teníamos otras referencias ni, quizás, suficiente conciencia crítica para hacerle el plante a la autoridad de entonces. La cuestión es que todos éramos potenciales perturbadores de un orden social impuesto por la autoridad. Si alterábamos el orden o decían que lo habíamos alterado entonces pasábamos a ser delincuentes.  Es cierto que España era muy pobre, no había un duro, el trabajo se inventaba, las empresas se improvisaban, cualquiera que adivinara una peseta a ganar allá que se lanzaba. De la vida económica, los ayuntamientos no participaban, de los contribuyentes no podía esperar recursos y lo poco que g