Manipulación interesada de la palabra MERCADO
Tendemos a pensar en un mercado como una cosa, cuando en realidad se trata de personas que realizan transacciones económicas entre ellas. Cuando un mercado es concebido como una cosa, se le considera un mecanismo impersonal, cuando en realidad es tan personal como las personas que lo conforman. Esta idea falsa permite a terceros tratar de quitar libertad a los individuos, diciéndonos en qué términos debemos realizar las transacciones para que nos sean beneficiosas, como si estuviesen rescatando a las personas de los "dictados" del mercado impersonal. En realidad, esta restricción en la manera de realizar intercambios comerciales implica someter nuestras decisiones a dictados de terceros. El mercado es tan moral o inmoral como la gente que lo conforma. El mercado son personas que toman sus propias decisiones individuales y hacen sus propios acuerdos. Hay quien cree que las decisiones tomadas a través del mercado no son tan morales como las realizadas a