Emprendedores mosquito: Cuidado con el insecticida.

     Una empresa de fabricación de juguetes tuvo un problema: algunas cajas-envoltorio de un modelo muy popular llagaban vacías a los lineales de los comercios. Para solucionarlo, el empresario hizo una inversión en la línea de producción del juguete que detectara los fallos en el llenado de la caja.

     Sin embargo, ninguna solución fue satisfactoria, pese a gastar varios miles de euros.

Entonces un empleado atisbó una solución: una mañana llegó con un ventilador y lo instaló sobre la línea del juguete ya en su caja, de tal modo que las cajas vacías volaban y las que contenían el juguete, gracias al mayor peso, cruzaban todo el lineal. Con solo 30-40 euros se solucionó el problema.

     No hay que pensar que crear e innovar es encontrar soluciones difíciles a problemas complicados. Basta una solución simple que esté al alcance de todos.


     Transformar un garaje en una empresa más rica que muchos países, no es cosa del gran capital, ni de las regulaciones ni de los subsidios estatales. Es la capacidad del ser humano en imaginar algo y convertirlo en realidad.


     Pensar algo y hacerlo realidad llega de los incentivos que se tengan. Amancio Ortega, Bill Gates, los Ford, Picasso, no se lanzaron a la creatividad por necesidad, sino porque querían ganar dinero.


     Hemos visto prosperar naciones gracias a los miles de pequeños actos de innovación y a los nuevos caminos para solucionar los problemas de otros. Gracias a esa posibilidad han generado bienes y servicios que mejoran nuestras vidas y que a la vez generan trabajo y nuevas oportunidades de innovar.


     Los grande héroes de nuestro desarrollo no han sido ni los gobernantes ni sus ministros. Los héroes son los emprendedores creativos y esforzados de todos los niveles. El Estado se limitó a dejar de entorpecerlos, y ello liberó su capacidad de innovar.


     El mensaje para hacer sostenible el desarrollo no es entonces pedir más políticas públicas, sino más libertad individual.


     No hay un problema grande para los emprendedores, por muy pequeños que sean. Solo es necesario que el Estado deje libertad de acción, menos trabas burocráticas, impuestos bajos, reconozca el contrato libre entre las partes y la propiedad privada.
     




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