Agosto, mes de Cabañuelas

No se pueden imaginar la importancia que la gente del campo le damos a los 24 primeros dias, 25 para algunos, de Agosto de todos los años. El tiempo húmedo o seco, los vientos dominantes y sus cambios, las tormentas, las nubes bajas, las medias, los cirro-estratos, los cúmulo-nimbos y las nieblas nos introducen en un mundo de inferencias que nos van a aproximar al tiempo que puede hacer en los siguiente 12 meses (Agosto-13/Julio-14).

 Eso es lo que nos explicaban nuestros mayores llegado el mes que agostan la cosechas de los cultivos clásicos ya casi desaparecidos, como el cereal, el melonar y las hortalizas de secano. Y se comprende que así fuese, porque en previsión de otoños lluviosos se adelantaba la siembra del cereal, así como se retrasaba si la cabañuela hacía preveer una primavera húmeda. Sucedía lo mismo con el melón y la hortaliza: se plantaba con buena sazón o te arriesgabas si las previsiones cabalísticas auguraban lluvias postreras.

Como me fio de lo que me contaron los mayores sigo la tendencia observando dia a dia el tiempo que hace para inferir el tiempo que hará los próximos meses. Pero no hay que dejarse engañar por este procedimiento cabalístico-deductivo, porque los cambios que se producen en la naturaleza no garantizan ni insinúan los acontecimientos meteorológicos que se producirán en el futuro.

Hablando del tiempo que hizo ayer dia 3 de Agosto, un labrador retirado me comentaba que preveía un mes de Octubre húmedo, pues el día fué bochornoso. Adelantaba que posiblemente sería lluvioso, que había que contrastarlo con les retornades (desde el 13 al 24 de Agosto, en este caso correspone el día 22 a Octubre). Y para que no quepa ninguna duda de la importancia de las cabañuelas en el mundo rural, mi interlocutor, labrador de toda la vida, concluyó: "Si no es compleix el pronòstic, fallen les cabañuelas". La fé en la creencia del pronóstico del tiempo por el método de las cabañuelas es inescrutable.