SUEÑOS


Una mañana reciente me desperté con somnolencia debido a un sueño sufrido. He dejado pasar unos días para que sedimentaran artilugios informes, visiones forzadas por la poca claridad de las imágenes.

Soñé con una ciudad sitiada, rodeada de murallones de piedra que impedían el paso, una especie de ciudad medieval con puertas de acceso vigiladas por fuerzas armadas. El tráfico se desarrollaba con caravanas de vehículos que salían y entraban para realizar transacciones fuera y dentro de los muros. 

Una red de túneles y pasadizos subterráneos esponjaban el subsuelo de la ciudad. El acceso se hacía por trampillas ocultas en determinadas casas, propiedad de los funcionarios que gobernaban. Los túneles eran vías de escape de los moradores. Las salidas al exterior estaban protegidas por policías armados. Nadie conocía su existencia.

Un transporte de carros de un tiro llevaba personas moribundas unas y cadáveres otras a su morada postrera, día y noche, hacia un lugar donde estarían confinados, algunos para la eternidad.

Nos dijeron que estábamos en guerra, porque los soldados iban armados, pero nunca veíamos al enemigo, era invisible. En una escena oímos disparos y nos resguardamos en casa.130 Frases de Alicia en el País de las Maravillas [Con imágenes]También reconocimos a Lewis Carroll repartiendo panfletos de su "Alicia en el país de las maravillas". Aquella obra nos empujó a construir pasadizos entre las casas para encontrar en el subsuelo el advenimiento de otras vivencias acompañados de los animales topos. 

Excavando el subsuelo encontramos un ahíto funcionario en forma de conejo, cargado de oropeles que nos hizo seguir a cambio de nuestro silencio. Llegamos al jardín de las delicias donde se fabricaban máscaras para pasar desapercibidos a lo largo de los intrincados túneles. 

El trayecto se hacía interminable y no estaba bien ventilado, así sentimos sensación de ahogamiento y cansancio. El funcionario nos decía que él tenía solución contra nuestros espasmos, a cambio de unas monedas. En el siguiente compartimento aparecieron unos balones ovalados con sendas cánulas en sus extremos que, manejados por hadas madrinas insuflaban el aire suficiente hasta normalizar la respiración.

Al salir de los túneles fuimos detenidos y llevados a unos compartimentos estancos donde, según nos dijeron, debíamos guardar una cuarentena obligada para evitar la transmisión de las imágenes vividas.

Los disparates que soñé aquel día son producto de un subconsciente que no alcanzo a entender, imágenes ancestrales vividas por alguna de mis reencarnaciones en tiempos muy, muy lejanos. 

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