La voluntad de los animales





El documento que muestra Compromís Ontinyent en su web (pinche aquí para leer) sobre prohibir animales en el circo, no tiene desperdicio. De alguna manera su semblante humano se aproxima al de los monos, no solo porque nuestra especie "desciende" del mono, sino porque, incapaces de introducir un mero razonamiento, aplican el dicho popular de repetir lo que hacen los monos. Porque no es otra cosa la moción de Compromís que la reiteración de conclusiones de la ONU y de los ayuntamientos abolicionistas.
En mi anterior entrada La Gran Injerencia: Circo sin Animales hacía referencia crítica a algunas frases aparecidas en los medios, pero hasta hoy no he leído el post animalista de la coalición.
Se refieren al trato con animales diciendo: "... en muchos casos con aplicación de maltratos y torturas, hasta que se consigue anular su voluntad". Y aquí aparece la imagen de película del hombre torturador de otro hombre torturado, la comparación es inmediata: pobres animales, pensamos. En el lenguaje que no han inventado los de Compromís, a eso se llama manipulación, utilizada con el fin de convencer, porque los argumentos esgrimidos son para llorar.
Llorar por las falsedades aportadas, yo creo por ignorancia. "... anular su voluntad", eliminar, destrozar, masacrar la voluntad de un animal. La voluntad es deseo, capacidad para elegir entre varios deseos cuya satisfacción depende de nosotros, de nuestra voluntad. Los animales no saben discernir, por tanto no pueden elegir entre dos objetos deseados. La voluntad da pié a la libertad de acción, la que Compromís está limitándonos.
Asentados en el lado oculto del poder, dictan sentencia de muerte a la decisión de elegir de padres, hijos, alumnos, trabajadores y empresarios en materia de espectáculo circense. Se creen los de Compromís, de condición humana superior al resto de sus semejantes, se creen portadores de unos valores sobre los animales que los demás no entendemos, se creen, en fin, una especie capaz de dictar normas para darse satisfacción, incluso trabando la felicidad de los humanos.
El resto de las personas sometidas al yugo tirano de Compromís tenemos nuestros principios, valores recibidos de nuestros padres, de la escuela, de nuestra relación con los demás, transmitidos desde hace más de 50.000 años de continuada evolución y modelados por nuestro conocimiento. Si los de la coalición se consideran en el mismo grupo que el resto, ¿a qué vienen estos mandatos de prohibición?

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