El dinero nos hace libres, el poder esclaviza

Los enemigos de la libertad acusan a las políticas liberales de irresponsables y conducir a la sociedad a la crisis económica y de valores que padecemos. Pero ellos no se detienen a analizar la injerencia y la pasividad que los gobiernos de todos los colores practican ante los problemas que ellos mismos han causado.

Por ejemplo, estos días los afectados por el copago se quejaban con razón ante diputados socialistas de visita por estas tierras. El alcalde de Ontinyent, anfitrión de la reunión, se unía a las quejas de los afectados, arremetía contra el PP en el gobierno y se quedaba tan contento.

Los alcaldes pueden hacer mucho más que soltar improperios políticos contra el adversario y crear un clima de solvencia pacificadora social y económica y, ante este serio problema de los afectados por el copago, algo pueden hacer a favor de ellos en Ontinyent. 

En esta ciudad como tantas y tantas en España, nuestros políticos han creado ayuntamientos desmesurados para la capacidad de recaudación: gasto elevado, burocracia, exceso de personal para los servicios prestados, por tanto caros servicios prestados. Todo esto y más nos obliga a los vecinos soportar impuestos altos y altas tasas de impagos como consecuencia.

Pues es fácil para el alcalde bajar tasas e impuestos para hacer del ayuntamiento una estructura más soportable por el pueblo. Los impuestos son trabas para el desarrollo de esta zona, perturban la vida de empresas y familias sobre todo cuando la dificultad económica es un lastre. El ayuntamiento colabora en la pérdida de capacidad para tomar decisiones individuales de sus vecinos, restringe la libertad que depende de nuestra economía, en lugar de favorecer iniciativas individuales que son las únicas que pueden traer prosperidad a la familia, a la empresa y, consecuentemente, a la sociedad.

Como son tan solidarios, se decantarán por lo fácil: tomar dinero de nuestros impuestos y dar subvenciones a los necesitados, lo cual provocará necesidades de financiación de partidas afectadas que obligará a subir de nuevo los impuestos a los vecinos. Sin embargo cuán beneficioso sería para el pueblo bajarlos solidariamente, practicando políticas de verdadera igualdad y haciendo más sostenible la vida social de Ontinyent. Esta sí que es acción liberal para la vida de todos, en lugar de organizar la sociedad según la imagen que ellos conciben, cada vez más alejada de las pretensiones individuales.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Recuerdo del accidente ferroviario en Ontinyent

EL PODER CONTRA EL DEBER

Chapas y Bicicletas