INDECISIÓN EN LA ENCRUCIJADA

     Hacía referencia en, el post anterior, al partido de fútbol llamado clásico, Madrid-Barça, de hoy sábado 23 de Diciembre con la intención de hacerlo extensible al evento que cada uno de los lectores guste más, para tomar una decisión simple, aunque a veces complicada ante la pretendida corrección que invade la corriente moral más extendida en la sociedad actual: el pensamiento único.

     Se piense lo que se piense creo que estaremos de acuerdo que en cualquier lugar, personas que se encuentre muy por abajo de mi condición de necesidad puede requerir mi ayuda para suplir su subsistencia. Por tanto, todos somos conocedores de que la necesidad existe, en mi entorno o en cualquier parte del mundo. Si situamos nuestra 1ª preferencia en la ayuda al necesitado, viviríamos en preocupación constante, trabajaríamos para disminuir el hambre después de satisfacer el nuestro. ¿Qué egoístas, no? Yo pienso que no.

     Por otra parte, la superación de la precariedad es condición de todo humano, todos buscamos mediante el trabajo salir de situaciones críticas en nuestra subsistencia, superarlas y mejorarlas, tanto como llegar a ser un mérito para nosotros mismos y nuestro entorno, alcanzar objetivos cada vez más elevados.

     Así pues, entre el sentimiento de culpabilidad si no ayudo pudiendo hacerlo y el prurito de superación relacionado con la humana condición, existe amplísimo margen de elección donde todos encontramos motivos para tomar la decisión que más nos conviene en cada caso y momento.

     Pensamiento único. Viene determinado por los eslóganes que nos han llegado con la nueva forma de hacer política, ampliados por los medios de comunicación y asumidos con gran facilidad por grandes mayorías sociales. Es una opción para todos, pero no una obligación porque nadie obliga excepto la ley y sus promotores, los políticos. De manera que solo acepto como válidas las opciones que surjan desde mi voluntad, con la libertad que nadie me coarta, a sabiendas que las decisiones que tomen los demás son tan válidas como la mía.

     De buena mañana Jose y Damián han tomado el coche para ir a Madrid a presenciar el partido. La ilusión del primero y la satisfacción del padre tampoco tienen precio.

Comentarios

  1. No critico el que un padre y un hijo, o cualquiera de nosotros, se de el capricho de cumplir una ilusión.
    Pero en tu post anterior introdujiste un elemento controvertido; la reventa. No voy a entrar en discutir si es legal o no. Para mí lo importante es lo que ya comenté allí. No me parece ético gastar cuatro veces más de lo que valga cualquier cosa. El precio justo para todo porque los ,(entre 40.000 ,siendo optimistas , a 100.000 sin techo que viven en este país), si tienen precio. Son un valor demasiado valioso para desperdiciar dejándolos tirados en el barro. Yo me gastaré mi dinero en lo que me pidan en taquilla. Quien pague más por lo mismo no está empleando correctamente su dinero.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Recuerdo del accidente ferroviario en Ontinyent

EL PODER CONTRA EL DEBER

Chapas y Bicicletas