De los pastores de cabras, Podemos y el terrorismo


     Después del seco invierno de 2016 cargado de desilusión por la lluvia que no llega, acercarse al mundo rural y pasear los campos y cañadas del interior valenciano, hace que sentimientos atávicos relacionados con el pasado, la tranquilidad o el tiempo retenido por alargar el momento infinito, la contemplación nos haga ser ermitaños en cualquier abigarrado cobijo.

     Pues andaba yo por tales valles entre montañas boscosas de pino y carrasca, cuando encontré un rebaño de cabras y ovejas gobernado por dos pastores. Los que vivimos en la gran ciudad  pensamos que los labriegos y pastores conservan costumbres ancestrales que mancillan las palabras de su lenguaje. Así, después de comentar el mal año de lluvias, falta de pastos naturales y otras ordinarieces acerca del tiempo, me adentré en la forma de vida, en su trabajo, sus distracciones.

     Ambos pastores portaban radio, teléfono 4G y comentaban su adicción al portátil donde instruían un programa de gestión de su explotación ganadera, oveja por oveja, cabra por cabra.

     Así las cosas, la conversación derivó hacia cuestiones de actualidad política y económica, con intromisiones en el cotilleo social. Cómo no, hablamos de la posibilidad de formar gobierno o convocar nuevas elecciones, de la crisis económica que mucho les afecta, de su lucha para superarla, del fenómeno político de Podemos que se extiende sobre la superficie aguada, como el aceite.

     Y aquí detengo la parte descriptiva para entrar en la valoración del conocimiento sobre hechos pasados relacionados con el terrorismo islámico tan actual.

   
 La descripción pastoril basada en información reciente, cernía la relación Irán-Venezuela iniciada a principios del s.XXI, con el catalizador del entramado de empresas mercantiles, canales de tv y productoras de programas creadas por Pablo Iglesias y colaboradores, el inicio de la Primavera árabe en diciembre de 2010 y el movimiento 15 M de 2011, en el que Iglesias tuvo bastante protagonismo.

     La verdad es que no había planteado ni escuchado ni relacionado los datos que los pastores manejaban. Sobre financiación, coincidencia de fechas y activismo para instaurar la democracia comunista (???) basaban su hipótesis. 

     Me quedé a cuadros, no insistí porque no tenía más información que ellos. Superado el golpe, caminé hasta encontrar el lugar propicio, deshice el camino andado y me sumergí en el entramado surrealista de un paraje bucólico y la imaginación que no cesa.

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