Potaje electoral: cultura, valores y tradiciones precocinados


     Per a EU i Compromís, aquest canvi de postura, dir que sí quan abans deia no i no comptar amb ells per a aquesta decisió unilateral, "no sols és decebedor sinó que, a més, és deslleial amb els grups polítics que li hem donat suport. Entenem que la cultura i la realitat social a la nostra ciutat ha d’evolucionar cap a valors i formes de societat i tradicions més avançades i més respectuoses amb el nostre medi ambient i els drets dels animals. Les administracions som les primeres que hem de donar exemple fomentant valors i una cultura de respecte lliure de maltractament a qualsevol ésser viu".

     Otra vez Esquerra Unida y Compromís hablando de valores, de tradiciones y de medio ambiente. De nuevo el bou al carrer se convierte en el motivo para insinuar que los valores de la gente y sus tradiciones están ancladas a un pasado, no se sabe cuál, estancado hace 400 años, quizás más, y que la llave para evolucionar la tienen ellos, los únicos capaces de llevar a la sociedad ontinyentina al futuro que ellos sueñan, si les votamos, claro.

     Y cuál es ese futuro? Bueno, hasta ahora ni mú, pero seguro que será un diseño entre unos cuantos visionarios que quieren imponerlo para que los demás lo vivamos más satisfechos que nuestra actual forma de vida, algo así como "Un mundo feliz" de Aldous Huxley o la vida en libertad de los venezolanos cuidadosamente diseñada por los liberticidas Chávez y Maduro.

     Nos hablan de aspirar a "tradiciones más avanzadas" como creyendo que en otro tiempo un engreído estratega diseñó un modelo por donde circulan las costumbres, o como si un comité de sabios autorizara los actos que, repetidos una y mil veces, se conviertan en tradiciones.

  Y los manidos derechos de los animales retornan como argumento determinante e indiscutible. Así como el maltrato lo padecemos los humanos y los derechos son inalienables al hombre, concluyen que todo es transferible, los animales padecen persecución y muerte en contra de sus derechos, tan intransferibles como los del hombre. Pues ni lo uno ni lo otro, porque los animales no son portadores de ningún derecho como los fundamentales del hombre (ya saben, vida, seguridad, libertad y propiedad), viven, se desarrollan y mueren bajo la tutela de sus dueños, excepto los animales silvestres que están a merced de sus depredadores, ley natural.

    La raza humana ha utilizado a los animales para su provecho, lo cual no quiere decir que haga de ellos lo que le de la gana, porque los que están bajo el cuidado de sus dueños son de su propiedad y, teniendo en cuenta el concepto de libertad que es no hacer lo que yo quiera en lo que no es mío, nadie puede hacer lo que su amo no quiere que le hagamos: robarlo, matarlo o darle una patada. Si lo hiciera estaría maltratando a su dueño y por eso ni yo ni nadie debemos hacer lo no permitido por el amo, bajo la pena de ser denunciados y castigados por la ley.

     Si estos ecologistas van tomando terreno político, ellos y el tiempo acabarán con la alimentación humana con animales de recebo (todo lo que se engorda), con el hígado graso de la oca y el ganso (foie y paté), con el pescado de anzuelo o el de red, es decir, todos los que, según ellos, padecen maltrato. 

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