Llanto por un medio asediado


Lloran las redes sociales la muerte de Canal 9. Gimen impenitentes los desmemoriados feligreses. Se ahogan en sollozos los catastrofistas del valencianismo. Olvido, nostalgia, amor y odio en un revolutum encubridor de falacias interesadas. 

Entes públicos puestos por el gobernante para honor, gloria y perpetuación del poder, impúdica propaganda pagada con el dinero sustraido de nuestro sustento, benéfica complacencia para el amigo contratado a perpetuidad.

¿Es esto lo que quieren las plañideras arropadas entorno? ¿Merecen compasión los tantas veces afligidos empleados, después de denunciar a toro embolado y pasado las imposiciones del poder y no decir ni "mu" de la esclavitud que han estado sometidos?

Dos cientos millones de euros es el balance negativo del último ejercicio. Con 40-50 empleados profesionales se puede hacer una buena televisión y radio, repiten los desalmados partidarios de RTVV. Pues adelante, qué esperan en ponerse en la cola de los impositores para invertir en un medio de comunicación tan relevante, cuanto mayor sea su número, menos dinero se gastarán.

Pero no, los que maldicen el cierre de "la nostra" no quieren poner un duro de su bolsillo en el medio. ¿Y por qué esos mismos quieren obligarnos a todos los valencianos que paguemos, vía impuestos, una empresa en quiebra? Basta ya de imposiciones. 

En el entorno que nos movemos los occidentales existe una institución creada por la acción del hombre llamada mercado. En él se crean empresas de todo tipo para mayor disfrute de sus emprendedores y de los consumidores. He ahí una oportunidad si tantos creen en los posibles beneficios de una RTVV gestionada de otra manera. Ánimo y adelante, este es el momento. Pero no nos obliguéis a los demás a participar en un proyecto que muchos nunca creímos: la radio y televisión públicas. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Recuerdo del accidente ferroviario en Ontinyent

EL PODER CONTRA EL DEBER

Chapas y Bicicletas