CRÓNICA DE UN ABUSO: EL PODER SIN FRENOS
Un periódico local o comarcal, como este que escribo, es una
fotografía del momento en su ámbito de alcance, una instantánea de los hechos
sucedidos entre ediciones. Imágenes y palabras son las herramientas para la
exposición. Tener en las manos la publicación semanal te da una retrospectiva
de lo que es la ciudad en la actualidad.
He pensado en el alcance de una de las últimas ediciones, la
interpretación y repercusión en el mollar de nuestras vidas. Para ello he leído
el contenido de las páginas destinadas al ámbito de Ontinyent y he excluido opinión,
reportajes publicitarios, deporte, cine y la agenda de eventos. Con sencillas
operaciones matemáticas he llegado a las siguientes observaciones:
1.- En las 17 páginas analizadas hay 35 fotos en las que
aparecen personas, descarto fotos de objetos y/o animales.
De esas 35 imágenes, en 11 aparecen personas públicas
relacionadas con la política, o sea el 31,5 %, un tercio de las referidas.
2.- En el mismo contexto que las fotografías he leído las
noticias aparecidas en 32 artículos, de las cuales un total de 11 tienen
relación directa con los políticos y la política, el 34,4 % del total de
noticias.
3.- Como contrapartida destaco las noticias relacionadas con
la economía no vinculada a organismos públicos y aparecen 4, es decir el 12,5 %
de todas la noticias.
Dependiendo de variables naturales, como fiestas locales o
de barrio, acontecimientos inesperados, etc, la tónica común de las ediciones
es la abundancia de noticias relacionadas con organismos públicos y la poca o
nula presencia de las relacionadas con la economía, el trabajo y la empresa.
Como decía al principio, un periódico es un reflejo de lo
que sucede y eso que sucede o que importa a Ontinyent tiene mucho que ver con
la acción pública y poco o muy poco con la privada, en la vertiente económica.
Bajo mi punto de vista, esto no es bueno para el futuro. ¿Por qué?:
A)
Los presupuestos de ingresos del ayuntamiento de
Ontinyent son expansivos, en los 5 últimos años han aumentado el 10,3 %, de 26
millones de euros se pasó a 29 millones. El IPC en los últimos 5 años se ha
incrementado un 4,2 %, por tanto el aumento real para el contribuyente es de
14,5 %.
B)
Al mismo tiempo, la población ha disminuido un
4,7 %, es decir, somos 1700 habitantes menos que en 2012.
C)
Con la caída del número de habitantes ha
descendido el paro, lógico.
D)
Las transferencias desde la Diputación, por
razones obvias han aumentado (se hace gala de ello).
E)
Todo lo cual representa un aumento del tamaño
del ayuntamiento a costa de los cada vez menos vecinos.
F)
Desde el punto de vista político, sería bueno
que no volvieran a meternos el dedo en el ojo refiriendo que el ayuntamiento
trabaja por las personas.
Conclusión: No existe empresa privada en el mundo que, disminuyendo
el número de clientes, se atreva a subir el precio de sus productos un 14,5 %
en 5 años. Si lo hiciera, entraría en serias dificultades económicas. Me parece
grave la irresponsabilidad de la política fiscal que se lleva en el
ayuntamiento, y peor cuando se aumentan partidas presupuestarias absolutamente
prescindibles.
Por último, quiero apuntar alguna regla de la economía
olvidada y abandonada en los trasteros municipales y en dependencias de la
Consellería de Economía. El crecimiento económico depende de las reglas de
juego de una sociedad, del desarrollo de instituciones adecuadas para fomentar
el espíritu empresarial, y no es tributario de la canalización de recursos
hacia políticas culturales, subvenciones en busca de el voto cautivo, la
contratación de personal, la educación o el incremento de impuestos.
Factores tantas veces nombrados como la innovación,
economías de escala, educación, acumulación de capital para el crecimiento
económico, no son las causas del crecimiento, sino que son el producto del crecimiento
económico. Dejen que los individuos pongan dinero, gasten o inviertan allí
donde encuentren incentivos, y abandonen la canalización de subvenciones hacia
proyectos que ustedes no tienen idea del resultado.
El ayuntamiento se está haciendo presente en la vida de
todas las personas. Cada vez tenemos menos margen para decidir nuestra elección,
porque cada vez son mayores los impuestos que se llevan. La mal llamada cultura
es proporcionada por la mayor presencia de la concejalía en nuestras vidas,
desaparecen iniciativas vecinales y empresariales porque el ayuntamiento se las
ha adueñado en casi todos los ámbitos, bien programándolos, bien
subvencionándolos.
Las subidas de impuestos agranda el tamaño de los organismos
públicos que los reciben, nos quita a los ciudadanos la capacidad de cubrir
nuestras necesidades con la escusa de que en sus manos será más útil que en las
nuestras y desincentiva nuestra capacidad empresarial. A más a más, es una de
las causas que impiden el crecimiento económico al reducir el gasto en
productos y servicios (beneficioso para las empresas) y el ahorro,
imprescindible para que fluya el crédito a los emprendedores.
Ya ven, la prensa pone realidades que a veces no se intuyen.
Te has tomado tiempo y ganas para hacer un buen análisis.
ResponderEliminarFelicidades
Gracias Xaro, ya quisiera yo ser más comunicativo para llegar a más gente, porque trabajo lo lleva sobre todo en el enfoque.
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