Mi aportación (nunca es tarde) en el día de Reyes


"Hay tres tipos de personas, las que tienen, las que no tienen y las que no pagan lo que tienen"

Hoy dia de Reyes es óptimo para desear buenos regalos a niños y a los que mantienen espíritu infantil, quiero decir los que tienen capacidad para llevar a cabo proyectos guiados por una ilusión y resisten con (casi) todos los medios a su alcance contra viento y marea.

Quiero destacar el regalito que se ha hecho el gobierno de nuestro ayuntamiento en forma de partidas presupuestarias a su gusto, presentado por ellos mismos en caja de regalo, adornada con tópicos al uso del que manda y coronada por la nada que supone la ausencia absoluta de autocrítica. Los datos están extraidos de este enlace, pues hasta hoy no encuentro más información.

Pero el regalo más importante que recibimos de la gestión municipal es la reducción de la deuda, que en 2011 suponía un 66 % del presupuesto y en 2014 es del 53 %.

¿Con esto está todo dicho? Pues no, porque pese a la sustanciosa reducción del gasto corriente, se adivina una estructura sobredimensionada, que nos llega de los gloriosos años de la burbuja antes de la explosión, pero que demuestra una estructura administrativa excesivamente abultada. Es decir, el gobierno local debería llevar a cabo una reforma estructural del actual ayuntamiento basada en las necesidades reales del municipio que pueda financiar con los impuestos locales y la eliminación progresiva de la grasienta estructura administrativa que se adivina ineficiente para los servicios que presta.

Los estímulos monetarios descritos como reactivación económica, fomento de la ocupación, eficiencia urbana, subvenciones, ayudas, etc, que suman más de 4 millones de euros -17 % del presupuesto- representa un gasto equivalente al de abrir una zanja para taparla a continuación (John M. Keynes), aumentan el gasto pero no producen riqueza. ¿Qué sentido tiene entonces la política de estímulo de la actividad económica con dinero de todos si no produce beneficio? 

Con frases "hubiera sido peor", "no se ha hecho suficiente" o "hay que hacer mucho más" justifican unos gastos cuyas consecuencias las pagamos vd y yo. El que gasta mal sale beneficiado, bien por falta de responsabilidad final -el gobierno- o bien porque si falla se le subvenciona. (D. Lacalle). 

Casi 22 millones de euros queda hasta los 26 del presupuesto para pagar partidas importantes, como personal, gastos corrientes y financieros, unos 20 millones. El resto, sobre 1,5 millones, para amortizar deuda.

Con el objetivo puesto en soportar deuda cero, debemos ser más ambiciosos en acometer reformas estructurales basadas en la reducción del gasto y liberalizar el mercado para ajustar el tamaño del ayuntamiento a la realidad social y económica de Ontinyent.

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